Ambientada años después de los sucesos de la primera película, Ichabod Crane (interpretado una vez más por Johnny Depp) regresa a Sleepy Hollow, esta vez convocado por una extraña serie de asesinatos que evocan inquietantemente el pasado. Mientras la precaria paz del pueblo se ve quebrantada por el regreso del legendario Jinete Sin Cabeza, Ichabod debe enfrentarse no solo al espíritu vengativo, sino también a una fuerza oscura más siniestra que cualquier otra a la que se haya enfrentado antes.

La cinematografía es a la vez cautivadora y hermosa, con el estilo característico de Burton dando vida a los sombríos paisajes de Sleepy Hollow. Árboles oscuros y retorcidos se extienden a través de campos neblinosos, y mansiones embrujadas se vislumbran en el horizonte; sus desmoronados exteriores reflejan a la perfección las fuerzas sobrenaturales en juego. La escalofriante banda sonora de la película, compuesta por Danny Elfman, amplifica la atmósfera inquietante con melodías inquietantes y temas inquietantes.

Depp aporta su característico encanto peculiar al personaje de Ichabod, dividido entre su escéptica mente científica y los sucesos sobrenaturales que lo rodean. Las nuevas incorporaciones, como Florence Pugh como una misteriosa vidente con un pasado trágico y Oscar Isaac como un hechicero vengativo, añaden nuevas capas de complejidad y suspense a la trama.

A medida que Ichabod profundiza en el retorcido legado de Sleepy Hollow, descubre secretos sobre los orígenes del Jinete, secretos que podrían destruir tanto a vivos como a muertos. La película avanza hacia un clímax electrizante donde el pasado y el presente colisionan en una confrontación escalofriante y alucinante.